Una treintena de “roteiros” de bicicletas clásicas se dieron cita por tercera vez, este sábado por la mañana, en la villa pondaliana de Ponteceso, vestidos la mayoría con ropa de época. Aunque este año no fue tan numerosa la asistencia, debido a las inclemencias del tiempo meteorológico, teniendo que dejar de hacer una parada técnica de casi una hora y media, pero el recorrido se cumplió, aunque con el debido retraso en todas las etapas planificadas.
La salida fue dada sobre las 12,00 h. desde el MELGA (Centro Cultural), recorriendo la Trabe, Tella, Ponteceso, el Malecón, La Barra, el Couto, el Agra y de nuevo al museo, para “aparcar” allí las correspondientes bicicletas, sobre las 14,00 h. de la tarde. Después de “procesionar” todos los integrantes por los diferentes locales, que colaboraron en la ruta, se degustaron los variados pinchos que allí se ofrecían, a continuación se desplazaron a una casa rural, en donde disfrutaron de los exquisitos productos de la zona como los callos y los queiques de manzana y almendras, considerados los mejores del mundo.
Una jornada de convivencia festiva teniendo como punto de conversación mayoritaria las bicicletas, la gastronomía y la cultura monumental de la zona. Se consensuó y aprobó por unanimidad, que todos los año, a partir de este, la fiesta de la Barquiña y su ruta ciclista, estaría fusionada con el “día Internacional de los callos gallegos”.
Los asistentes a la ruta, procedían de la zona de Ponteceso pero también contamos con amigos de Arteixo, Cabana, A Coruña, Corme, Laxe, Coristanco y como novedad con una familia bilbaína, que se encontraba de vacaciones en la zona. Por descontado, se echó en falta los amigos de Pontedeume y de Lugo que todos los años nos acompañan.
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