Aunque estaba previsto, a las 17,00 h. de ayer sábado 22 de octubre, la entrega oficial de la magnífica colección de juguetes de rompecabezas, puzzes, construcciones, etc… englobados todos ellos como juegos de ingenio, de la familia Rodríguez Díaz del municipio de Oleiros (A Coruña), al final la sesión no tuvo lugar motivado a que la madre del coleccionista Juan Antonio Rodríguez Díaz (q.p.d.) doña Concepción Díaz, por motivos de salud y ancianidad, además de vivir en el Barquero, impidieron llevar a cabo un acto tan entrañable y altruista, muy especial para nuestra Fundación y directamente beneficioso el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA), Ponteceso y toda Galicia.
La colección consta de casi cuatrocientos piezas, concretamente 387 juguetes (de madera, acero, plástico, cartón, piedras preciosas, etc…), ya se encuentran depositados y catalogados en una de las salas del MELGA, esperando a darle la oficialidad y firma de donación entre ambas entidades, que se ha pospuesto para el mes de diciembre, de la cual se dará debida reseña e invitación a todos los medios de comunicación, cuando se defina el día y hora adecuadas.
Mientras tanto, el Patronato de la Fundación Ricardo Pérez y Verdes, ha querido compartir en esta entrega oficiosa, con todos los vecinos de Ponteceso y personas que nos visiten al museo, una centena de juguetes en un expositor de la sala II (Historia de los juegos y deportes a través de los tiempos) para que observen “in situ” un avance de la gran magnitud de una colección magistral, de la que hemos sido portadores.
Esperamos que a partir de la fecha, aunque muchos de los vecinos y amigos del MELGA han efectuado algunas (pocas) donaciones y cesiones puntuales, queremos que este sea un inicio importante de que se vayan incorporando muchas más piezas al museo, para beneficio de todos los gallegos. Como me comentaba doña Concepción
Qué mejor que un museo, específico como el MELGA, para que los “juguetes” de mi amado hijo fallecido hace escasos meses, coleccionados con pasión y esmero durante muchos años de su corta vida, tengan una gran visibilidad y no tenerlos en su casa expuestos solamente para la familia, cogiendo polvo y no pudiendo disfrutar de ellos el mundo entero ¡
¡Qué gran consejo y pensamiento¡ Gracias doña Concepción por su generosidad, altruismo, desinterés y filantropía.
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