Ayer lunes día 18 de noviembre, en sesión vespertina de 17,,00 a 20,00 h., el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA) de Ponteceso, recibió a un grupo muy heterogéneo de treinta personas, con la intención de realizar una visita guiada a nuestras instalaciones museísticas.
Los participantes, en edades comprendidas entre los 2 y 65 años, tanto hombres como mujeres, jóvenes, niños y niñas, de distintas nacionalidades y orígenes, venían acompañados por las monitoras Noelia Martínez y Fátima García organizadora de la actividad, pertenecían a la Cruz Roja Española de Vimianzo, en un magnífico proyecto titulado “Comenzar de Cero” y residentes en dicha localidad, aunque sus países de origen eran Siria, Marruecos, Argelia, Venezuela, chilenos, gallegos,… Una jornada muy especial de convivencia y solidaridad. El objetivo era proporcionar a las personas participantes un espacio de encuentro en el que poder intercambiar sus experiencias vitales, sus dificultades, sus miedos o sus expectativas y lograr con ello, ayudar a facilitar esa transformación vital necesaria para alcanzar el bienestar personal, en otro país o lugar que no es el suyo.
La larga sesión efectuada, algo más de tres horas, escuchando y practicando juegos y deportes tradicionales gallegos y algunos de sus tierras lejanas, pasó el encuentro muy rápidamente. Muy especial fue cuando el director-guía del museo aprovechó su práctica con los juegos marroquíes, pues hacía escasamente un mes que había estado en Marrakech en la Universidad dando unas charlas y aprovechando su estancia allí, realizó alguna práctica de los juegos bereberes, de los cuales repetimos “in situ” en el MELGA. En ocasiones, sobre todo en las explicaciones, el idioma fue un gran impedimento, ya que todavía no comprendían nuestros idiomas el gallego y el español, pero llegada la práctica de los juegos, el entendimiento fue total y universal.
La mayor de las gratitudes y compensaciones que tuvo nuestro director Ricardo Pérez y Verdes fue, que la representante del grupo antes de finalizar la visita, trasmitió de parte de los componentes del grupo su satisfacción y felicidad de la sesión efectuada y sobre todo de lo bien que lo habían pasado. Como broche final nos comentó que habíamos sido capaces de “sacar algunas de las personas allí presentes una sonrisa, cuestión que en algunas de ellas, jamás les habían visto desde su inclusión en el programa”
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