Dieron comienzo las visitas guiadas en este año de 2002 y como años anteriores, el colegio coruñés Andaina pone inicio las mismas

Ayer, primero día de abril, dieron por iniciadas las visitas guiadas de este curso escolar en el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA) de Ponteceso y como no iba a ser de otra forma, el colegio coruñés CPR Andaina Sociedad Cooperativa Gallega, hizo la apertura de la jornada primaveral. En esta ocasión lo hicieron, por primera vez, los alumnos y alumnas de 9 años de 4º A de la ESO, en un número cercano a la treintena. Dichos discentes venían acompañados de sus profesoras-tutoras Vanessa García y Mabel Gautier que además era la coordinadora y representante del grupo. También  acompañó al grupo la profesora en prácticas Nuria Cons.

Con una duración que sobrepasó las tres horas de sesión teórico-práctica, tanto alumnos como profesoras, atendieron las explicaciones que el guía les ofrecía además de realizar los juegos y deportes tradicionales gallegos que la dirección del museo así lo tiene programado. Un grupo muy interesado en la materia, por la cuenta que les tiene, ya que el próximo trimestre su trabajo de campo será sobre los juegos y deportes tradicionales en el centro docente. Aunque lo intentaron en varias ocasiones por batir alguna marca establecida en los diferentes juegos, no fue posible, pero estuvieron cerca de lograrlo. El concurso de la visita fue ganadora la niña Marta de 9 años que se llevó la colección de trompos, perinolas y peonzas que el museo tiene como base de premiación.

Museo Melga

En este día de visita guiada, como el niño Andrés de 9 años, cumplía años, además de cantarle el «Cumpleaños feliz», la dirección del museo tuvo a bien, como recuerdo de este día y de cumpleaños, obsequiarle con un juego de «tres en raya» con fichas de cristal de roca, para que comenzara a practicar el juego, para su próxima competición.

Después de la visita al MELGA, toda la expedición se desplazó al Monte Blanco  para conocerlo y seguidamente pusieron rumbo al Pinar de Balarés, en donde siguieron practicando muchos de los juegos que habían aprendido durante su visita y almorzaron para reponer fuerzas de la intensa jornada.