Un centenar de jóvenes ourensanos nos visitan por primera vez

Un grupo numeroso procedente de la ciudad de Ourense, hoy lunes día 20 de marzo del presente año 2023,  han visitado por primera vez  el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA) y el municipio de Ponteceso. El grupo lo componían cerca de un centenar de alumnos y alumnas del colegio privado Santa María Maristas Ourense, cuatro grupos de 1º de la ESO con edades comprendidas entre los 12 y 13 años de edad, que venían acompañados por sus tutoras Alba Muñoz, Elisabeth Novoa y Silvia Iglesias y Pablo Suárez como profesor de educación físico-deportiva (exalumno de nuestro director) que ejercía de representante del centro y organizador de la actividad.

Debido a la larga distancia de su desplazamiento, la sesión teórico-práxica dio comienzo con un poco de retraso, porque además  se perdieron (desorientaron) de  la ubicación del propio museo. Fueron de todas formas tres horas de visita guiada con Ricardo Pérez y Verdes y con la profesora Manuela Vázquez Coto que colaboró en la parte práctica de los juegos y deportes tradicionales. Al ser un grupo muy grande, la sesión se dividió en dos grupos, pues mientras unos realizaban la parte teórico-práctica con el guía en las salas del museo, los otros se encontraban en el campo exterior de juegos del Centro Cultural pontecesán y después alternaron sus lugares de aprendizaje.

Todos los asistentes comentaban que la visita les había parecido muy corta, ya que solo pudieron conocer,  la primera sala del museo, la correspondiente a la de los juegos y deportes tradicionales, pero en cambio desarrollaron juegos y deportes de exterior que muchos grupos no los realizan. Un grupo muy disciplinado, participativo e interesado en todo lo que se les trasmitía. Aunque la distancia era amplia (casi dos horas de viaje), no dudaban en repetir, tanto profesores como alumnos, que su próxima segunda vez estaba cercana, para totalizar lo que no se había podido completar.

Como el día era espléndido, se les recomendó a los profesores que, Ourense al ser una ciudad interior,  el almuerzo podría ser en la playa de Balarés, en el magnífico pinar, en donde podrían seguir jugando al aire libre y posiblemente, mojarse los pies en las refrescante aguas del mar atlántico. ¡Así lo hicieron y que bien lo disfrutaron! Siendo las 16,00 h. regresaron a su centro ourensano, recordando su intensa y extensa jornada lúdica en un municipio que no conocían, visitando además  la Casa de Eduardo Pondal, el Monte Blanco y la Piedra de la serpiente.  ¡Un recuerdo inolvidable!