VISITAN EL MELGA UN GRUPO NUMEROSO DE PERSONAS MAYORES DE LA CIUDAD OLÍVICA

Este domingo, día primero del iniciado mes de julio de este verano atípico, en lo tocante a la climatología, recibimos a un numeroso colectivo de personas mayores, en el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA), que procedían del barrio costero de Coruxo de la ciudad de Vigo. En total fueron cerca de sesenta visitantes que pertenecían a la Asociación de Jubilados y Pensionistas “Avoa” de la antedicha localidad viguesa. Sus edades estaban comprendidas entre los 65 y 85 años de edad. ¡La edad dorada! 

Venían acompañados por la totalidad de los miembros de la Junta Directiva de la asociación, desde su presidente Enrique Sio, vicepresidente Eugenio Lago, secretario Ricardo Costas, tesorero Enrique San Juan y su vocal María Teresa, coordinadora y organizadora de la jornada museística en Ponteceso.

Después de haber partido muy temprano de su destino, llegaron al Pinar de Balarés sobre las 10,00 de la mañana y allí fue el momento importante para sacar las viandas portadas y realizar un desayuno campestre “a lo grande”, no faltando la fruta, los churros, la tortilla, las empanadas, los zumos y todo ello acompañado de un buen café con leche o chocolate. ¡Casi nada! 

Con las fuerzas repuestas, la visita al museo se inició puntualmente, como se había previsto, a las 10,45 de la mañana, se dio la partida a la visita guiada de la mano de nuestro guía y director Ricardo Pérez y Verdes. Después de darles la bienvenida, a Ponteceso y al MELGA, en nombre del alcalde y del patronato de la Fundación, todos los visitantes, según comentaron, disfrutaron alrededor de tres horas de las explicaciones y de la práctica de los juegos tradicionales adaptados.

Aunque por lo general todos los visitantes “aguantaron” el recorrido por las dos salas expositivas,  hubo algunas personas, que por dificultades de movilidad y algunos problemas derivados a los achaques de la edad, tuvieron que realizar la última parte de la visita cómodamente sentados. 

Un excelente grupo, con muchas intervenciones por parte de los mismos, sacando a relucir sus habilidades y sus juegos infantiles de su época. No dejaron de lanzar alguna que otra peonza, el balero, el sapo, la rana, etc. en un ambiente alegre y festivo, agradeciendo a Ricardo Pérez de una mañana especialmente lúdica y muy divertida y sobretodo, con muchos conocimientos trasmitidos. 

Comentaron que serían transmisores a sus amigos y a aquellas personas que no habían podido desplazarse en dicha sesión, para recomendarles dicha visita “obligada” a Ponteceso para conocer este espléndido y maravillosos museo. Otros en cambio, preferían venir con su familia de nuevo y como no, con todos sus nietos y nietas. ¡Bienvenidos sean todos!