Después de muchos años persiguiendo una “joya” como la que esta semana acaba de adquirir nuestra Fundación Ricardo Pérez y Verdes, con la única pretensión de engrandecer el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA), ubicado en la villa coruñesa de Ponteceso, y después de muchas negociaciones, finalmente, dicha pieza antigua ya se encuentra entre nosotros expuesta en las vitrinas de nuestro pequeño museo y aquel que nos visita la podrá admirar en todo su esplendor.
Se trata de un “Caballito de cartón”, aproximadamente, entre los años 1935-40 del siglo XX pasado, cuyas dimensiones comprenden, un metro de alto, por ochenta de largo y 40 cm. de ancho. La pieza está anclada en una plataforma de madera con cuatro ruedas también de madera, que a través de sus bridas negras de plástico, puede deslizarse perfectamente por tierra. Su estado de conservación es impecable. Su color es blanco con pintas veteadas de color negro y las crines y rabo de color marrón.
La figura “objeto de deseo”, es una pieza muy rara hoy en día en el mercado, ya que por lo general las dimensiones son bastantes más pequeñas (para arrastre) y por lo general no se moldeaban de pasta de papel, sino de plástico. Estos caballitos de cartón piedra eran para montarse encima de ellos. Se usaban también para realizar fotografías de estudio. Fueron creados en el año 1892 por el catalán Amador Pascual de Tarrasa y fue uno de los primeros juguetes industriales que aparecen en el siglo XIX, siendo al mismo tiempo la primera fábrica de juguetes de cartón existente en España.
Según Ricardo Pérez y Verdes el caballito de cartón adquirido es: “Retrotraerse a mi infancia. Era mi juguete preferido, que me habían traído los Reyes Magos con 4 o 5 años. Fue el más querido pero también el más llorado, ya que en el momento que mis padres se desprendieron de él obligadamente por cambio de residencia, fueron eternas semanas de “lloriqueo” permanente. Para el museo es una “joya”, pero para este “abuelo ochentón” es una felicidad indescriptible y muy emocionante”.
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