Una visita al MELGA inesperada y sorpresiva

Este primer domingo día 04 del mes del presente mes de agosto-24, hemos tenido una visita muy especial, inesperada y por lo tanto muy sorpresiva en el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA). Se trataba de un matrimonio uruguayo, que en estos momentos se encuentran disfrutando de sus vacaciones estivales en la cercana villa de Laxe. Los ilustres visitantes se presentaron a Ricardo Pérez director del MELGA, como Ana Cabrera y Eduardo Muñíz, residentes en la sudamericana ciudad de Punta del Este, Maldonado (Uruguay).

Ana Cabrera es coleccionista de muñecas antiguas de todas las épocas, sobre todo el siglo XIX y XX, superando sus fondos más de 1.000 diferentes, siendo sin dudarlo, esta colección que posee una de las mejores o más importantes y destacadas del país charrúa. En este momento dichas piezas se encuentran catalogadas en unas vitrinas de su domicilio particular. Eduardo Muñíz, por su parte, pertenece al mundo cultural y patrimonial del país, ya que fue durante más de 20 años Conservador del Museo Nacional de Uruguay, es decir, restaurador de bienes culturales y museísticos, preservación de objetos, divulgación, investigación y exposición. Sin lugar a dudas este matrimonio forman un tándem excepcional.

El motivo de la venida al MELGA no era otra que el conocer de primera mano, nuestro museo y al mismo tiempo reunirse con su director para obtener información sobre el proyecto llevado a cabo durante estos últimos años, pues las referencia que tenían eran excelentes, además sus pretensiones y proyectos eran crear, en un periodo a medio plazo, un museo de juguetes de muñecas en su tierra con las características, líneas funcionales y objetivos parecidos al nuestro.

Como el tiempo disponible para este día en el museo (creían que era más pequeño, que los que habían visitados ya el de Ourense y el Lalín), lo tomaron como un primer contacto, aunque hay que destacar que fue inmensamente aprovechable, fructífero y gratificante, aunque irremediablemente corto. Todavía les quedaban unos días de asueto por nuestras latitudes, nuestro director se comprometió en mantener varias reuniones antes de su partida hacia su país y al mismo tiempo mantener una comunicación permanente a través de las redes sociales.

Creemos por las afirmaciones de Ana y Eduardo, que se marcharon del MELGA a plena satisfacción y que les había gustado mucho su estructuración y ubicación, aunque se presuponían que las características de ambos museos diferían  mucho en la temática a desarrollar, pues uno solo era monográfico sobre un juguete (muñecas) y el otro, el nuestro, era mucho más amplio y global tratando sobre los juegos y deportes tanto tradicionales como modernos. Como era lógico, lo que más les gustó a nuestros visitantes fue la colección de muñecas de la antigüedad confeccionadas de material de terracota, madera, porcelana o marfil de Egipto, China, Grecia, Roma, Mesopotamia, o la India, que se encuentran  todas ellas expuestas en nuestras vitrinas del museo.

Finalizada la visita, ambos firmaron en el “Libro de Oro” del museo, llevándose una gran impresión de este pequeño, modesto y original museo, como es el MELGA, ubicado en el ayuntamiento de Ponteceso (A Coruña) España.